26.5.12

Las Modernas

¿A quién se le ocurre atornillar a una blanca palomita con los versos de estas poetas apasionadas a las que encima se degradaba con el título de poetisas? Niños repitiendo como loros tú me quieres blanca, tú me quieres nívea, tú me quieres casta… versos cargados de una potencia histórica que en aula era un tortuoso ejercicio de oratoria. La escolaridad y su épica normalizadora arrasando trincheras.

Mientras en los años 20 el mundo se ponía esplendoroso estas mujeres empezaban a decir la otra cosa. Esa sombra que crecía no era más que la luminosidad de unas escrituras llenas de vitalidad, de gozo desesperado. Resistidas y cuestionadas, aunque también celebradas, estas poetas escribieron, publicaron, vendieron libros y viajaron por el mundo dando conferencias. Pero ¿a quién puede ocurrírsele atornillar a una blanca palomita?

Mucho tiempo después, liberados de la instrucción milica de la escuela, con los años rebeldes amansados a fuerza de seguir vivos, volver a Alfonsina y a Juana, volver a Gabriela y llegar hasta la orilla de Josefina es desandar el camino y llegar a una fuente de completa maravilla que permanece ahí y nos aguarda. Lo que era candor vuelve a ser insolencia, lo que era pertinaz bobera vuelve a ser escritura sanguínea, soltería, autoridad.

A todas las conocíamos y hacía mucho que eran unas tías lejanas, o unas descentradas, o unas feas marimachos como gustaban nominarlas los necios que acusaban a la mujer hace casi un siglo. A Josefina Plá*, española de nacimiento y paraguaya por amorosa tozudez y devoradora decisión, nos la trajo nuestro querido amigo Humberto Bas, escritor también, también desaforado paraguayo. Gracias Humberto.

Y gracias a Gabi Cabezón Cámara, a Armenia Martínez, a Damián Vives y a la divine María Moreno por aceptar el convite y venir a deleitarnos con sus lecturas y su amorosa laboriosidad. Tenerlos es un lujo que agradecemos con humildad.

Buenas noches, muchas gracias por venir y que disfruten nuestro homenaje Las modernas.

* Josefina Plá, en realidad, tuvo su esplendor poético un poco más allá en el tiempo. Se la conoce como una poeta fundamental de la poesía del Paraguay de los años 40. Carne la hace convivir con Gabriela, Juana Y Alfonsina por el capricho de tenerla en nuestro ciclo.

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