2.9.13

Has recorrido un largo camino


Cuando conocí a Martín Armada éramos un grupo que nos reuníamos a leer literatura argentina y a hablar de eso que leíamos en un 1er. piso de un edificio de la calle 25 de mayo. En ese entonces Martín trabajaba en una oficina de la aduana, que él describía como si fuese una escena de la película Brazil. Llegaba corriendo de esa oficina y cuando terminábamos la reunión nos acercaba a varios en su auto. Creo que era un Falcon amarillo, que le quedaba enorme pero que parecía dominar. Aunque pasen muchos años, me acuerdo de los hombres y las mujeres gentiles. Martín es un gentilhombre. Aunque corriera, aunque pasara gran parte del día en algo que no le gustaba, estaba atento. Después me enteré que cambió la aduana por las clases de literatura, y que empezaba a publicar su poesía y a leerla en público. Esto, para mí, es tener buenas noticias de alguien del pasado. Martín viene escribiendo unos poemas preciosos y desde hace tiempo me lo imaginaba leyendo en Carne Argentina. Como va a pasar en esta Colección Primavera.


De Las conquistas materiales (inédito)

El soldado se limpia los mocos con el dorso de la mano,
después se suena y se queda mirando
por la ventana del baño,

sombras de hojas,
sombras de pájaros,
sombras de piedras.

El soldado durmió soñando con su madre,
todos los soldados se duermen soñando con sus madres
y todas las madres en el sueño
son enfermeras que lavan vendas
en una palangana donde el agua siempre está limpia

No hay ni un ruido afuera, piensa,
ni siquiera se escuchan los pedazos de yeso que caen
en el fondo del volquete

No hay nadie ni adentro ni afuera,
piensa,
esto es la paz.
  


Martín Armada nació en Buenos Aires en 1979. Publicó El estero (Gog & Magog, 2006), Ahab (Vox, Bahía Blanca, 2011) y participó de la antología Lo humanamente posible, compilada por Clara Muschietti y Carolina Sborovsky (El fin de la noche, 2008).

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