21.9.11

El ombligo del poema

Natalia Litvinova nació en Gómel, Bielorrusia, y a los diez años emigró a Buenos Aires. Es poeta [publicó el libro Esteparia, Ediciones del Dock], y traductora de poetas rusos al español, según dice gracias a que su madre, cuando partieron de su tierra natal, llenó una valija con libros de poesía en vez de ropas o de otras cosas con las que suelen llenarse las valijas.
En una entrevista con la revista Ping Pong, cuando le preguntan acerca de su método a la hora de traducir, Litvinova dice: Cuando mis ojos se posan sobre la foto del poeta, comienza la traducción. Haber leído a los poetas y narradores clásicos rusos me ayuda mucho a traducir serenamente un poema cargado de palabras o expresiones rusas que ya no se suelen usar. Leo varias veces el poema en voz alta, para reconocer su ritmo e intuir si esa música podrá o no ser trasladada al español. También leerlo varias veces ayuda a que la traducción no resulte tosca, me refiero a que no resulte mecánica, de versos que no vieron la cara del verso que le seguía. Hago la traducción cuando reconozco el vientre, el ombligo del poema, el lugar por donde pasa lo que lo nutre.
El jueves 29 de septiembre, en la Colección Primavera, Natalia Litvinova adornará nuestros cabellos y nuestros oídos con las flores más bellas de la poesía rusa, seleccionadas y traducidas por ella.

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