Salvadora Medina Onrubia comete
todos los pecados imaginables para una mujer de principios del siglo XX: es
madre soltera a los dieciséis, militante anarco feminista, periodista, escritora,
dramaturga, y recién acepta casarse con Botana después de haber tenido el
tercer hijo en común. Salvadora es distinta, así como también son distintas
Alfonsina Storni, Gabriela Mistral y Victoria Ocampo, con las que comparte
amistad o temperamento.
Nace el 23 de marzo de 1894 en La
Plata y vive su infancia en Gualeguay, Entre Ríos. Dice ser descendiente de una
princesa, Flores de Labernie, pero parece que en realidad es hija de
"Brasitas de Fuego", una ecuyére que bailaba sobre un tambor en un
circo y que pronto va a ser abandonada por su marido.
Llega a Buenos Aires con el deseo
de estrenarse como dramaturga, acá encuentra amor y financiamiento para sus
proyectos: el director del exitoso diario Crítica, el Citizen Kane rioplatense,
Natalio Botana, se enamora de ella apenas la ve. Por su casa pasa desde Neruda
hasta García Lorca; en el sótano de su quinta el mexicano Siqueiros pinta el
famoso mural. Arte y política a la par. Salvadora participa en la planificación
de la fuga del anarquista Simón Radowitzky, protege a Severino Di Giovanni, y sufre
la cárcel durante la dictadura de Uriburu. Mientras tanto escribe una docena de
obras entre teatro, cuento, poesía y novela. Nosotros le robamos uno de sus
títulos para esta fecha de Carne Argentina: Las descentradas.
Pensamos en las dos a la vez.
Salvadora Medina Onrubia leída por Vanina Escales, ensayista y periodista. Sabíamos
que venía trabajando desde hacía tiempo en una biografía, pero mejor que lo
cuente ella: “Lo que estoy escribiendo es una biografía intelectual de
Salvadora. Empecé la investigación hace muchos años. Visité a Emma Barrandeguy
en Gualeguay, le cociné pastelitos de manzana a América Scarfó, las dos fueron
secretarias de Salvadora. Desde el año pasado estoy escribiendo y en poco
tiempo termino. Me interesa Salvadora como personaje público, por sus
intervenciones políticas, y como escritora por su intento por subvertir
representaciones sociales vulgares, por su correr el eje, por descentrar. Me
interesa mucho su política de la amistad, también”. Un lujo, ¿no? Estamos muy
contentos de tenerla a Vanina en el escenario de La Tribu y, con ella, a
Salvadora. No se las pierdan. El próximo jueves 23 de mayo a las 21 hs.
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