28.9.11

¡Ya llegó la primavera!

Ciclo Carne Argentina/ Colección Primavera

Los wachipoemas de Oscar Fariña

El ojo del gran fotógrafo Marcos Zimmermann

Dos relatos porteños de Raúl Escari

Un trío de poetas rusas entonado por Natalia Litvinova

+ Videos de Rusi Millán Pastori

Una noche imperdible.

Jueves 29 de septiembre, 21 hs.

Bar La Tribu (Lambaré 873)

Entrada gratis

26.9.11

Hijo de hombre

La primera historia que le escuché a Fariña fue sobre un asesinato. Él tenía catorce años y había ido, como todos los veranos, a pasar las fiestas en Puerto Rosario, Paraguay, donde vive la mayor parte de su familia. En un momento, se acerca un tío arriando una vaca, le alcanza un cuchillo y le dice: Matala vos.
Me imagino el momento en que el chico empuña el cuchillo mientras varios hombres sostienen al animal, el momento en que el chico cuenta uno-dos-tres para darse envión, y finalmente el momento en que degüella a la vaca con una fuerza que no sabía que tenía.
Ese chico que hoy confiesa no poder matar una mosca es el hombre fanático de los zombies, Lost y los Wachiturros. El mismo también que escribió los poemarios “Pintó el arrebato” (Colección Chapita, 2008), “Mamacha” (Felicita Cartonera, 2008), “Un ballet de policías en el agua” (Cartonerita Solar, 2009), “El velo hermafrodita de la lengua” (La Propia, 2009). Y El guacho Martín Fierro (Factótum Ediciones, 2011), una atrevida reescritura del poema de José Hernández en clave tumbera.
Oscar Fariña, paraguayo de nacimiento y porteño por adopción, desensilla en la noche primaveral de Carne Argentina para deleitarnos con sus versos que tienen la dulzura del guaraní y la ferocidad de la gauchesca.

25.9.11

Retrato de una loca

¿Usted conoce alguien que haya vivido en un altillo? ¿conoce alguien que haya morado en la buhardilla de Margueritte Duras? ¿Ha visto alguna vez a alguien rolando un porro junto a William Borroughs, en un balcón de la París de Foucault, de Copi, de Barthes, de Sarduy, la París que tiene la jeta de Simone de Beauvoir?
Este jueves viene a Carne, trayendo su cuerpo flaco y su voz de entonaciones difíciles de ubicar en el pentagrama de los géneros, Raúl Escari. Hacía mucho que queríamos tenerlo a tiro para disfrutar de sus relatos porteños, de sus cuentos de loca desbocada en la parte de atrás de lo mejor de la última mitad del siglo XX. Su trayectoria da cuenta de las cuestiones más importantes de aquí y de allá, amigo de Piri Lugones –secreto testigo de su relación con Rodolfo Walsh-, y coprotagonista sudaca del mayo del 68 en la capital mundial de la baguette, el escritor parece bordearlo todo. Y tal vez eso sea lo más atractivo: relata desde el borde y aunque se embarre en infidencias desde el epicentro mismo de sus sábanas, Escari parece merodear, con la vista fija en las modulaciones del agua, una piscina en la que muchos otros eligieron zambullirse. Sobreviviente de una generación que forjó su obligada heroicidad frente a la armadura invencible de los genocidas o enfrentándose más tarde al fusil humeante del Sida, Escari viene a Carne Argentina silbando bajito y sin demasiada cucarda. La construcción del héroe suelen necesitar cuerpos que se arrojen decididamente al frente o que se queden en la retaguardia de la resistencia, los relatos de la admiración casi nunca se forman a partir de los que participaron a hurtadillas, desde el desván de una escritora mítica.
¿No conoce, entonces, alguien que haya vivido en un altillo?
Venga en la noche del jueves a Carne Argentina, nosotros, con felicidad secreta y admiración genuina –la ñata contra el vidrio podría decirse- se lo presentamos.

23.9.11

Devolver la mirada

Hace unos días mi madre me contó de un taller que hizo hace poco; no entendí muy bien de qué era, pero tenía que ver con relacionarse con el otro. Uno de los ejercicios que les propuso el coordinador fue mirar a los ojos durante 1 minuto a la persona que cada uno tenía al lado. Uno dice 1 minuto y no es nada, me dijo, pero te juro que fue insoportable, no pasaba nunca!
Supongo que los buenos fotógrafos no son sólo los que saben mirar sino los que logran que se les devuelva la mirada: es lo que me pasa con las fotografías de Marcos Zimmermann... aun en aquellas composiciones donde no hay personas, como la bellísima serie Río de La Plata, uno siente que el "fotografiado" sostiene y devuelve la mirada al fotógrafo y, por añadidura, a los espectadores.
En una nota a propósito del asesinato de un poblador toba que reclamaba sus tierras, Zimmermann cuenta su experiencia con el pueblo quom a quienes retrató para su libro Norte Argentino: una vez publicado el libro se lo envió como regalo de agradecimiento a su cacique Fernando Sanabria. Tiempo después recibió una carta en la que Sanabria ponía a su disposición "el corazón y la tierra de su pueblo"... desde entonces, dice, tiene un lugar adonde ir a morirse. Zimmermann miró a los quom y los quom le devolvieron la mirada: no como se devuelve un regalo no deseado, sino como se devuelve algo que se aprecia muchísimo: con algo tanto o más valioso.
El jueves 29 de septiembre, Marcos Zimmermann estará en Carne Argentina, mirándonos y contándonos un montón de cosas de su precioso oficio.

21.9.11

El ombligo del poema

Natalia Litvinova nació en Gómel, Bielorrusia, y a los diez años emigró a Buenos Aires. Es poeta [publicó el libro Esteparia, Ediciones del Dock], y traductora de poetas rusos al español, según dice gracias a que su madre, cuando partieron de su tierra natal, llenó una valija con libros de poesía en vez de ropas o de otras cosas con las que suelen llenarse las valijas.
En una entrevista con la revista Ping Pong, cuando le preguntan acerca de su método a la hora de traducir, Litvinova dice: Cuando mis ojos se posan sobre la foto del poeta, comienza la traducción. Haber leído a los poetas y narradores clásicos rusos me ayuda mucho a traducir serenamente un poema cargado de palabras o expresiones rusas que ya no se suelen usar. Leo varias veces el poema en voz alta, para reconocer su ritmo e intuir si esa música podrá o no ser trasladada al español. También leerlo varias veces ayuda a que la traducción no resulte tosca, me refiero a que no resulte mecánica, de versos que no vieron la cara del verso que le seguía. Hago la traducción cuando reconozco el vientre, el ombligo del poema, el lugar por donde pasa lo que lo nutre.
El jueves 29 de septiembre, en la Colección Primavera, Natalia Litvinova adornará nuestros cabellos y nuestros oídos con las flores más bellas de la poesía rusa, seleccionadas y traducidas por ella.

12.9.11

Colección Primavera

Ponga a orear sus trusas de media estación para que se les vaya el olor a naftalina, repase los remiendos de esa blusita con volados que siempre garpa, aféitese el bigote -cualquiera sea su género-, deje que la brisa de septiembre acarcie su facie sedienta de amabilidad. Prepárese: la estación de las flores arranca oficialmente en el sitio acostumbrado: Carne Argentina.
Colección Primavera
jueves 29 de septiembre
21 hs
bar de FM La Tribu
[Lambaré 873]
entrada gratis

6.9.11

¡Estamos requetecontentos! salió Barajas!!!

Una azafata y sus recuerdos, una tripulación que deja mucho que desear, cientos de pasajeros maleducados y una escritora que no le teme a las alturas.
Barajas
una novela de Alejandra Zina.