29.10.09

Carne Viva

Niní lee los últimos versos de la noche, esos escritos con el fuego de su casa en Río Grande. Diana la mira desde el centro, sus ojos serenos de sorpresa, de haberse topado con las pupilas rectangulares de una cabrita joven en el monte del Delta. Irene apaga el ventilador de las páginas de su mano, de esa pared con que abrió la lectura: Evita vive. Niní lee los últimos versos de la noche, el cuento de ese sobre excedido por la puntilla, una carta de simientes que le manda la gemela del sueño. Irene marcial, de airado rojo y negro, descansa en la escucha del poema dedicado, aplaude cuando termina el oficio. Diana en el centro, mira hacia delante: una platea atenta como ellas. Algo sucede en el chiste de esta noche de brujas. ¿Moreira que se cuela en una imagen de la que sólo se divisan las hilachas negras de un poncho anudado en el brazo que termina en facón? ¿El muro se levanta entre nosotros y sucede sus grafittis como fotogramas de la película de lo que no entendemos? ¿Es el pelo blanco de la poeta en el monte, una imagen que también se escapa, como los animales de un corral equivocado saltando la tranquera que divide el escenario del patio de butacas?


De Buenos Aires a Río Grande, de la distancia de los años, o lo que puede medirse como el espacio entre las columnas de una construcción de escritura única, el edificio comunitario que se levanta con la poesía de las históricas, las nuevas. Eso que sucede a la Carne, a veces, es presente constante. Está escrito.



25.10.09

Knock out de Poesía

Hay un mito que cuenta que el viajero que llega a Florencia sufre una especie de surmenage (lo que a partir del imperio de la grasa de los 90 se llamó pico de estrés) por la exposición ante la cantidad de obras de arte desparramadas por la ciudad. Algo así nos pasó a los Carne, exhaustos después de la noche del jueves, en que las poetas nos sacudieron un violento cross de mandíbula del que quedamos, todavía en esta tarde de domingo y Boca/River 1 a 1, fuera de juego. Lo bueno que tiene organizar un ciclo en el que uno se abstiene de leer es que, a un cierto punto, se es público, se asiste a la lectura sin más que hacer que disfrutar de estar ahí, en medio de la conmoción. La pared de Irene. Las jóvenes cabras de Diana. La droga dura en la que se convirtió Niní para nosotros, (introducida por el querido dealer poeta, amigo de la casa, Juan F. García.) Cecilia, Florencia y Clara. El público con los ojos estallados, las caras nuevas de los que se acercaron por primera vez, la de los amigos de siempre, en fin. La Noche de Brujas pasó y nos dejó en medio del encanto, en medio de algo que queremos hacer durar, aunque eso nos distraiga y demore cada una de nuestras ocupaciones.

22.10.09

Que las hay, las hay... y esta noche salen todas juntas!!!

Fuera del catálogo de las colecciones habituales, Noche de Brujas es una cita con las que representan a la escritura de las últimas décadas. Y nos llena de orgullo que Diana e Irene nos acompañen a recibir a Niní Bernardello, que viene a nuestro aquelarre desde Tierra del Fuego.

Salud querido público, la semana que viene arden las brasas bajo el caldero.

N o c h e d e B r u j a S

. . DIANA BELLESSI

. . . NINÍ BERNARDELLO

. . . IRENE GRUSS

. . . CECILIA ROMANA

. . CLARA MUSCHIETTI

. . FLORENCIA WALFISCH

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jueves 22 de octubre, 20.30 hs. bar de FM La Tribu Lambaré 873 entrada gratis

13.10.09

Florencia Walfisch

la devoción desconsolada. lo que hay en mi raíz no lo tengo del todo. donde quise abrir mundo la corriente despedaza. huellas de mar sobrepuestas al dibujo de las olas. fondo latente hecho de oscuro. corriente trae amebas, algas, hipocampos. quizás también empuña la fe conque brota una planta en el desierto.

Clara Muschietti

este no es el tiempo de las grandes ligas/los pies contra la alfombra/escucho algo sobre los vientos huracanados que azotan/la Florida/ni siquiera puedo imaginar/la Florida/un viento huracanado sí/algo parecido a la conciencia.

Cecilia Romana

¿Dormís, Vega?/Porque soñé que me regresaban tus huesos./Los tiraban como balones sobre el agua./Grité: no así. Guárdense de voltear/sus libros en el río. Guárdense/de la saña de una mujer pelirroja./Y los tiraban igual./Me desperté para contarlo pero he vuelto a dormirme./de Arroyo Vega 

10.10.09

Carne Engualichada

NegritaN o c h e d e B r u j a S
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DIANA BELLESSI
Dios mío, se abre/el instante consagra/ la rosa en el aire/ pequeña y perfecta/ es boca entreabierta/ de un pálido ámbar/ de belleza innombrable/ ¿Pulverizarse? No,/ tan sólo entregarse/ volvernos la rosa.// Enero
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NINÍ BERNARDELLO
(d e s d e T i e r r a d e l F u e g o)
¿Quién fueras aquí?: un rumor, un insecto solar/ un rubor, un abrazo, un silbido./ ¿Quién fueras aquí?: un grito, un arrebato, una luz, un gemido, un puñal certero./ ¿Quién fueras aquí?: una embarcación,/ una tela en el viento, una llama, o escritura./ ¿Quién eres?: una línea, un hueco, un espacio,/ un vértigo.// (de Copia y Transformaciones)
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IRENE GRUSS
Conté con los dedos de mi mano/ las veces que tuve, no las que amé./ Las yemas de los dedos/ se quedaron mirándome, las líneas/ de la mano rieron (¿amé/ lo que tuve? ¿Quise decir/ quiero un poco/ de esto o de aquello,/ gané, perdí semejante/ generosidad?)./Ahora que me aferro/ a lo que tengo -como a un poco/ de nada-,/ veo líneas que una burla desecha,/ y lenta, tiernamente abro/ el puño, dejo caer/ la arena, vuelvo a tomarla.// (de Solo de contralto)

6.10.09

Noche de brujas

Hay algo que se ha escurrido de la tradición, un quiebre en la transmisión que miente soledad a los que quieren aventurarse. Mujeres y varones que salen a la caza de lo propio con falso convencimiento de exilio, como si no fueran parte de un sistema único, de una nación, de su propia historia. Se ven las palabras que faltan pero hay más que rastros, más que versos de Alfonsina; hay más que las líneas entrecortadas y más que todos los rosales inquietos. Hay mucho más que eso detrás y más allá, por debajo y en el reverso, en el mismísimo anverso encandilado de la existencia. Existe lo oculto de sí mismo, los lazos entreverados de la sangre derramada, los relatos silenciados y los de representación demasiado exclusiva. Hay algo que trepida siempre, mientras la vigilia participa de la ilusión de lo ordinario. Están las matrices gestando, reuniéndose aún cuando no se sepa. Están cicatrizando, dando su saber nocturno al río de lo compartido. Es necesario hacer sonar los llamadores y disponer las ramas para el fuego: cae la noche subtropical y aparecen las que practican su pócima desde hace mucho y las que aprendieron de sus enseñanzas, la trama de la historia que certifica que sí hay una pertenencia, una lealtad posible. Llegan las Brujas a Carne Argentina, comienza a ensoparse la magia del caldero, arden las brasas.