22.11.13

Texto de presentación 21/11

Ayer estaba leyendo en la cocina de mi casa, con la ventana abierta, y escuché a la mujer del 4to. Es imposible no escucharla. Su voz es un trueno sostenido, encima el pulmón del edificio le hacía eco. 

-Piedad. Piedad. No quiero que me cuentes.

Ella habla así, con esas palabras, creo que son uruguayos pero desde hace años viven en el 4D, justo debajo de mi departamento. 
El marido no le da bola y la hija que es muy joven hace la suya. Ella los ataca o llora su indiferencia. Imagino que se debe sentir tremendamente sola. 
Ayer la escuché hablando por teléfono con un tal Edi. Se me ocurrió que podían ser parientes porque ella hablaba de irse a Uruguay. Había un tono de angustia e impaciencia en su voz. Dijo “mierda” varias veces. Y también dijo: 

-Piedad. Piedad. No quiero que me cuentes.

Pensé que era así, que a veces preferíamos no decir, no escuchar, no pensar. Poner puntos suspensivos y evitar las palabras. Un poco lo contrario de lo que venimos a hacer acá. Esta noche. La última del año carnívoro. Hay cosas que esperan ser dichas y palabras que esperan ser escuchadas. Y para eso está una uruguaya que no es mi vecina, sino una escritora poderosa venida especialmente de la otra orilla: Marisa Silva Schultze. Y está Vera Fogwill, que hace tiempo venimos persiguiendo para que venga a leernos. Y está Marcel Plá, fino escritor, también público habitué en noches pasadas. Y están dos maestros como Márgara Averbach y Roberto Raschella que nos dijeron que sí. Todos sentados en este sillón acuático, invento de Iñaki Echeverría. Estamos agradecidos, a ellos por venir, al Rusi por el video de presentación que ya es marca registrada del ciclo. A Seba y a Krusty por la música. A Leandro por el flyer. A Grillo por las fotos. Y a ustedes por habernos acompañado todo el año o por venir por primera vez a este rito de lecturas, tragos y charla amiga. 

Bienvenidos a la Colección Verano del Ciclo Carne Argentina. 
Que sea una gran noche para todos. ¡Salud!

16.11.13

Última lectura del año



Ciclo Carne Argentina/ Colección Verano

Leen

Marisa Silva SchultzeMárgara Averbach
Vera Fogwill/ Marcel Plá/ Roberto Raschella

Intervención plástica: Iñaki Echeverría
Videos: Rusi Millán Pastori

Jueves 21 de noviembre, 21 hs.
Bar de La Tribu [Lambaré 873]
Entrada gratis

La visita de un maestro

Poeta, novelista, crítico, ensayista, maestro, realizador, Roberto Raschella es una de esos escritores que queremos invitar desde que iniciamos el ciclo en el otoño de 2006. Tal vez por ese inicio otoñal es que a veces hay anhelos que necesitan del invierno minimal para concretarse, para hacerse carne argentina. Por eso estamos tan contentos, los carne, adoradas vaquillonas, tan felices de que por fin, este semejante nos venga a leer, a mostrar su planetario, las múltiples órbitas de sus cuerpos opacos en torno al fulgurante Sol de su pluma. Llega Roberto Raschella a Carne Argentina. Gloria y loor, ¡al fin!
Este jueves, en La Tribu, a las 21.00, como en cada encuentro proteico y ansiado.
(les dejamos esta pastura poética de Raschella para que vayan poniendo a funcionar los cinco estómagos, esta carne va a ser una panzada)

XXVI

Puede ser, puede ser: por un tiempo
trabajaré con un solo ojo, y
te miraré cruzando de nuevo
por los lugares de cada día,
un poco velado por las nubes
de mi ojo inerme. Pero mi ojo bueno
ya ve el mundo con claridad
de viejo niño, y los colores nuevamente
surgentes son la gloria de la materia
tanto tiempo ignorada por mí,
y también, por qué no, 

el amado naranjo en flor

Sillón de verano

¿Qué sillón puede salir de un dibujante-arquitecto-músico? El jueves 21/11 lo veremos cuando nos encontremos con el trabajo de nuestro querido Iñaki Echeverría, artista de muchos tentáculos. Voz y guitarra de la banda Parte Victoria. Autor junto a Gabriela Cabezón Cámara de ese precioso libro que es Beya. Autor de la bella historieta muda y melancólica que es Muffin, dibujante de policiales negros en Negro el 10. Padre abrumado de Catalina y Francisca que le hicieron inventar una tira divertidísima que semana tras semana se publica en el suplemento Sátira/12. Oriundo de Balcarce, platense por adopción, porteño por necesidad. Iñaki es hoy un referente del mundo comiquero, además de un amigo. Para nosotros es un placer que sea el encargado de vestir el sillón veraniego donde se sentarán los escritores invitados.

El vaquero más elegante

Al Marcel Pla lo conocimos como personaje, es, sin dudas, una especie de dandy moderno, alto, elegante y misterioso, pero nuestro primer encuentro fue en las páginas de Banco a la sombra, el libro de María Moreno. En esa crónica de viajes aparece como interlocutor de la cronista, de modo que nuestro primer encuentro fue del orden literario. Más tarde Plá se nos hizo tridimensional, de carne y hueso (¡justo para nosotros!) y ahí nos enteramos de que era un fino lector, con un asombroso caudal de información acerca de la literatura y con gustos tan eclécticos y caprichosos como comprobaríamos que es él mismo. Poco después nos enteramos de que el señor Plá también es escritor y cada vez se nos hacía más interesante y atractivo. Marcel Pla lee y escribe desde siempre pero ahora mismo, en unos días, aparece Brandsen, su primera novela que publica la prestigiosa casa Blatt&Ríos. Carne argentina se complace en ofrecerlo en nuestra mesa, un bocado intenso y con un lenguaje propio, capaz de mezclar un idioma de traducción con la idea de un western patagónico, sensual y poderoso. 
Vengan a disfrutar de esta rara avis, queridas vaquillonas, a nuestra Colección Verano, el jueves 21 de noviembre, a las 21 en nuestra casa en el bar de La Tribu, Lambaré 873.

Fuera de las casillas

Vera Fogwill es actriz, directora, dramaturga y escritora. Hace mucho tiempo que sabíamos que Vera escribía, algún amigo de un amigo de un amigo nos había traído el rumor y enseguida sentimos curiosidad: ¿cómo sería un libro de la misma mujer que hizo esa película extraña que cada tanto se puede ver en el cable, Las mantenidas sin sueños?
Hace unos meses nos llegó otro rumor: parece que ya sale el libro, no sé si son cuentos o una novela. Y el libro se publicó con el título Buenos, limpios y lindos, parafraseando al feos, sucios y malos de Scola. Y es una novela. Y dicen que "es cruel porque es precisa, es cruda porque carece de miedo, y es excesiva porque sabe que todo lo que vale la pena se juega siempre en el límite de las cosas, las pasiones, los relatos".
Y nosotros estamos encantados de que venga a leernos un fragmento de esos buenos, limpios y lindos que, por lo poco que sabemos de Vera y su extrañada mirada sobre el mundo, sospechamos que no serán tan inmaculados. Colección Verano del Ciclo Carne Argentina, el jueves 21, a las 21, en bar La Tribu.

Una mirada familiar

Conocí a Marisa Silva Schultze en el Festival Azabache, en Mar del Plata, este año. Ella presentaba su última novela "Siempre será después". La presentó ella misma y habló con tanta claridad de la violencia y el horror que a veces duermen bajo el mismo techo que nosotros, que me impactó. Me di cuenta de que teníamos una mirada parecida sobre cuestiones como "la familia" y cuando leyó un fragmento de la novela descubrí que además, o sobretodo, es una gran escritora. Además es una mujer enérgica y divertida: íbamos en el auto y le ofrecí un mate y me dijo "no, no", como espantada. "¿Una uruguaya que no toma mate?", le pregunté con asombro. "No, no, en auto nunca desde que a un diputado de mi país que iba tomando mate mientras viajaba en el coche se le clavó la bombilla en la garganta, fue terrible". Y habrá sido terrible, pero hacía tiempo que no me reía tanto.
Así que estamos muy contentos de tener a Marisa Silva Schultze leyéndonos fragmentos de una novela dolorosa, tremenda y exquisitamente escrita como "Siempre será después". El jueves 21 de noviembre, despidiendo el año carnívoro en el bar de La Tribu.

Reescribiendo en castellano

A Márgara Averbach la conocíamos por sus comentarios justos y apasionados sobre libros y ahora la estamos conociendo por sus traducciones, bellísimas y vibrantes, de poesía india estadounidense y del poeta Langston Hughes, impulsor de la poesía de los barrios negros y pobres de EEUU. Le pedimos a Márgara si podía venir a leernos algunos de estos versos y, para nuestra felicidad, aceptó. Acá una breve presentación, por ella misma.
"Nací en la Ciudad de Buenos Aires, Argentina, en 1957. Viví en el campo durante mi infancia pero esa es otra historia. Ahora vivo en Lomas de Zamora, Buenos Aires. Soy Doctora en Letras y Traductora Literaria. Enseño literatura de los Estados Unidos en la UBA y traducción literaria en el Lenguas Vivas J. R. Fernández y en el Lenguas Vivas Spangenberg. Comento libros en Ñ y publico libros de ficción para chicos, jóvenes y adultos. Me gusta escribir libros que yo soñé y también reescribir en castellano los libros que otros escribieron en inglés, que es lo que hace un traductor."
Es un lujo tenerla en la última lectura del año, esperamos que ustedes tampoco se la pierdan. Jueves 21/11 a las 21:00 en el Bar de La Tribu [Lambaré 873] Entrada gratis.

21.9.13

Llegó la Primavera



Ciclo Carne Argentina presenta
Colección Primavera

Sylvia Molloy Inés Garland Juan Manuel Roca
Fernanda Laguna Martín Armada Ana Prieto

Intervención plástica 
Daniel Álvarez / Gustavo Stocovaz

Video
Rusi Millán Pastori

Jueves 26 de septiembre, 21:00
Bar de La Tribu [Lambaré 873]
Entrada gratis

19.9.13

Una muchacha muy bella

Cuando la conocimos la reconocimos. Inés es alta y no se parece a nadie, pero fue verla y tener esa percepción imprecisa que hace pensar en que uno ya conoció a la gente que acaba de conocer, que uno escuchó esa voz que cuenta esas historias detrás de las palabras. Así fue también cuando leímos su Piedra, papel o tijera y reconocimos una pluma entrañable en un libro en el que resalta, entre otras cosas, la honestidad. ¿Y qué es la ‘honestidad’ en un libro, o qué quiere decir que uno descubra honestidad en una escritura? ¿No es esa percepción tan vaga como la de reconocer a alguien que uno no conoce? Puede ser, pero diosa nos cría y el viento nos amontona, por suerte. Porque de actitudes está sembrado el camino al infierno de las letras, de sabihondeces, de acusaciones, de delaciones veladas. Una escritura honesta puede ser una escritura que ponga a la belleza en dirección contraria al ornamento, una escritura que sale de todo el cuerpo y no de la punta de los dedos que señalan. Una escritura que cuenta la tragedia de una comunidad dirimida en el organismo propio, en la historia propia, en el aprendizaje propio de un mundo tan extraordinariamente vasto y ajeno que necesita y merece ser contado. Y gracias a ese azar, a ese perfume inagotable, es que el mundo es mundo con y a pesar de nosotros.

Que se encienda el fogón de la Carne feliz: el jueves 26 viene Inés Garland a contarnos el mundo y a celebrar nuestra Colección Primavera. ¡Qué chochera! Nos celebramos y nos cantamos a nosotros mismos, como el viejo Walt, a orillas de Hudson. Vengan a nostrxs, adoradas vaquillonas cósmicas, que el mundo es nuestro, mucho, muchísimo más que el futuro, por prepotencia de familiaridad no sanguínea, y de azar, y encanto.

16.9.13

Sillón de primavera

Daniel Alvarez y Gustavo Stocovaz son grandes amigos de la Carne, habitués del ciclo desde sus comienzos. Daniel es arquitecto y Gustavo, artista plástico, poeta y luthier de arcos de violín, viola, cello y contrabajo. Ellos se conocen y son amigos desde el colegio secundario y para esta Colección Primavera los une además el sillón donde estarán sentados los escritores invitados. Los dos vienen tramando ideas y materiales. Para nosotros es una alegría, un honor, que sean los encargados de engalanar la noche en La Tribu.


14.9.13

Excelente pesca

No es necesario ser un académico para conocerla, ni siquiera se necesita ser un activista de la literatura o de la cuestión de género para estar al tanto, ni saber que vive y trabaja en New York y que suele visitar Buenos Aires para cuestiones como dar la conferencia inaugural del Filba. Cualquiera que esté más o menos despierto sabe de Sylvia Molloy es una especie de traficante que va y viene del ensayo a la ficción, de la construcción de las mentiras de novela con ladrillos de la más contemporánea verdad, al estudio de las palabras como caballos de Troya que abren universos de sentido o confirman la disciplina pretoriana de los malos entendidos, de los sobre entendidos. Nosotros, que somos Carne, no somos ni lo uno ni lo otro, ni lo otro. No somos académicos, ni estamos fascinados por la idea del linyera que merodea las calles allende la universidad, ni somos estudiosos de la lengua, ni activistas del género humano. Nosotros somos la Carne pretenciosa. Y estamos casi siempre a la pesca. A veces nos va muy bien, como cuando lanzamos el anzuelo intrépido y la caña se tensó con el pez gordísimo de Desarticulaciones, un librito delgado que nos sacudió y nos alimentó en grande. A veces la pegamos y nos metemos en el furgón de cola medio de prepo, como ahora, que un pajaritos nos contó que se venía a la reina del Plata para el Filba y la enganchamos con nuestro anzuelo pobre y estamos más que orgullosos y felices de concretar este viejo deseo de sentarla en nuestro sillón, a deleitarnos con lo suyo, a darle nuestras orejas y las de nuestro querido público de vaquillonas ardientes, este viejísimo anhelo de tener en nuestro querido ciclo nada menos que a Sylvia Molloy para la Colección Primavera, el jueves 26 de septiembre a las 21 en el bar de FM La Tribu. ¡Venid a nosotros, venid!

11.9.13

Con aroma a café

Generalmente es al revés, los organizadores de los festivales suelen ser celosos con sus invitados. Nosotros tuvimos la suerte de que el Filba (agradecemos especialmente a Patricio Zunini) nos comparta a uno de sus invitados internacionales. Se trata del poeta colombiano Juan Manuel Roca, que nos traerá sus versos con tonada caribeña. Una poesía que hasta ahora casi no hemos escuchado en nuestro ciclo. Lector obsesivo de César Vallejo, Juan Rulfo, Rimbaud y Lautréamont, Roca forma parte de la llamada Generación Desencantada, que publicaron sus primeras obras en los 70, con más de 30 libros editados. Dicen que Juan Manuel está encantado de venir al ciclo, así que solo falta que ustedes reserven palco, queridas vaquillonas.


ALEXANDER PLATZ Y OTRAS
VETUSTAS MELANCOLÍAS

Aún hay un muro invisible,
Heridas en el aire,
Esquirlas de una feroz melancolía.
Cruzamos un parque. El viento nocturno
Mece un columpio
Donde Nadie se balancea.
El balanceo de un columpio vacío
Puede ser la evocación del niño que fuimos
Visitado a deshoras.
Tres bellas muchachas berlinesas,
Gretel, Else, Nelly,
Se sientan en un banco a la espera del tren
Y ríen tras grandes botellas de cerveza.
A Alexander Platz,
Desangelada planicie, fría como bayoneta,
Se desemboca desde la mesa de Döblin
Y su retícula secreta.
Vamos de Alexander Platz al silencio,
De los rieles de la Estación del Zoo
A un café del pasado. Evocamos,
Dos viejos amigos que hace 20 años no se ven,
La ciudad de piedra esmeril
Que se acurruca en una meseta de los Andes.
Para entonces, ruidosos y feroces,
Hablábamos y discutíamos hasta las cenizas de la noche.
Éramos un grupo de impacientes
Que pensaba posible lo imposible
Hasta convertir en brasas la palabra
Mientras el cielo de Bogotá preparaba
Con sigilo de gato la alborada.
Ir por Alexander Platz
Y a la vez recordar una ciudad
Que devoró todas las noches nuestros pasos,
Es como cambiar de página o de libro,
De calendario o ventana. Arriba,
El cielo de Berlín parece condecorado de estrellas
Como las migas de país natal que llevo,
Sin saberlo, en los bolsillos del abrigo.

Panic attack

Ana Prieto es menudita, con un acento extraño que hace que uno se pregunte de dónde es esta chica: nacida en Mendoza, pero trashumante desde pequeña, tiene tonada de otras partes del continente. Es periodista y escritora. Colaboradora en las revistas Ñ, Gataflora, La mujer de mi vida, Gazpacho, entre otrasEn 2010 ganó el premio al Periodismo en Salud de la Asociación Médica Argentina por una crónica sobre la gripe H1N1 en Buenos Aires. Desde 2012 está a cargo de la organización y catalogación del archivo de Tomás Eloy Martínez en la Fundación TEM.
Hace poco más de un mes publicó su libro de no ficción “Pánico, diez minutos con la muerte”, en la colección Ficciones Reales que dirige Cristian Alarcón en la editorial Marea.
Un libro que nos gustó muchísimo y del que leerá algunos fragmentos el jueves 26 de septiembre en nuestra Colección Primavera.

Dame pelota!

Hace un par de meses estábamos con Fernanda Laguna en el bar del casino de Corrientes. Enfrente al río Paraná, esa noche mientras corrían los dados sobre el paño y las prolijas croupiers repartían el mazo, mientras el sonido de culebra de los naipes se mezclaba con la voz  melosa de la cantante del restorán, Fernanda contó que en su adolescencia era devota de la virgen. Que le prometía cosas imposibles para esa edad como no ir a fiestas o no besar a nadie durante un año entero. Nunca terminaba de cumplir sus promesas y siempre le redoblaba la apuesta a la figurita de yeso que tenía escondida en el placard. El placard de su dormitorio era la gruta urbana donde se encerraba a rezarle, a jurarle sacrificios inmensos para una chica de 15.
Fernanda es cofundadora de la mítica galería Belleza y Felicidad, empujadora el proyecto Eloísa Cartonera en sus inicios, alma mater de un colegio de Villa Fiorito especializado en artes, artista visual, escritora.   
El jueves 26 de septiembre vendrá a ponerle brillitos y purpurina a nuestra Colección Primavera y nosotros nos pondremos nuestras mejores galas para recibirla.

2.9.13

Has recorrido un largo camino


Cuando conocí a Martín Armada éramos un grupo que nos reuníamos a leer literatura argentina y a hablar de eso que leíamos en un 1er. piso de un edificio de la calle 25 de mayo. En ese entonces Martín trabajaba en una oficina de la aduana, que él describía como si fuese una escena de la película Brazil. Llegaba corriendo de esa oficina y cuando terminábamos la reunión nos acercaba a varios en su auto. Creo que era un Falcon amarillo, que le quedaba enorme pero que parecía dominar. Aunque pasen muchos años, me acuerdo de los hombres y las mujeres gentiles. Martín es un gentilhombre. Aunque corriera, aunque pasara gran parte del día en algo que no le gustaba, estaba atento. Después me enteré que cambió la aduana por las clases de literatura, y que empezaba a publicar su poesía y a leerla en público. Esto, para mí, es tener buenas noticias de alguien del pasado. Martín viene escribiendo unos poemas preciosos y desde hace tiempo me lo imaginaba leyendo en Carne Argentina. Como va a pasar en esta Colección Primavera.


De Las conquistas materiales (inédito)

El soldado se limpia los mocos con el dorso de la mano,
después se suena y se queda mirando
por la ventana del baño,

sombras de hojas,
sombras de pájaros,
sombras de piedras.

El soldado durmió soñando con su madre,
todos los soldados se duermen soñando con sus madres
y todas las madres en el sueño
son enfermeras que lavan vendas
en una palangana donde el agua siempre está limpia

No hay ni un ruido afuera, piensa,
ni siquiera se escuchan los pedazos de yeso que caen
en el fondo del volquete

No hay nadie ni adentro ni afuera,
piensa,
esto es la paz.
  


Martín Armada nació en Buenos Aires en 1979. Publicó El estero (Gog & Magog, 2006), Ahab (Vox, Bahía Blanca, 2011) y participó de la antología Lo humanamente posible, compilada por Clara Muschietti y Carolina Sborovsky (El fin de la noche, 2008).

30.7.13

La mirada de los otros

Una crónica de la Coleccion Invierno por uno que estuvo ahí, Fernando Méndez:


EL CAMINO DE LOS ESCRITORES

La espera de los tímidos en una reunión llena de gente comienza con un poco de nerviosismo, pero al rato le sigue un adormecimiento. Se sabe que no somos buenos conversadores.
Apenas ingresar a FM La Tribu la atención es acaparada por el sillón en donde luego se sentarán los escritores convocados.
En esta ocasión, Colección Invierno 2013 del Ciclo Carne Argentina (octava temporada), el sillón fue intervenido por la artista abstracta (definición propia) Silvana Lacarra. Luego será ella misma quien nos contará su intención al trabajar sobre el sillón.
Cuando los fumadores terminaron, al menos por un tiempo, su vicio en la vereda entraron y la sala se llenó.
Se encendió la pantalla del escenario y comenzó el video preparado por Rusi Millán Pastori.
La cámara sigue a unas mujeres por un parque de una ciudad. Las enfoca de espaldas, a cámara alzada. La música electrónica con su ritmo in crescendo genera inquietud en los espectadores. Una de las mujeres lleva a su hijo en brazos. Se ve parte de la cabeza y la espalda de la madre. Del costado izquierdo de la mujer cae, muerto, el brazo del niño dormido. El ritmo de la música aumenta y la escena se carga de tensión.
Cuando la cámara deja de seguir a las mujeres muestra un amplio parque con mucha gente que disfruta de un día cálido, alejado de la fría noche de Buenos Aires.
La tensión disminuye con unos hombres que juegan en el parque. Aparecen los títulos: el nombre del ciclo y los escritores de la noche.
El fin del video deja la presentación a cargo de Selva Almada.
“El arte está para despertar.” nos dice Silvana Lacarra al comentar su sillón.
Cubierto de plástico y stickers el sillón se extiende dos metros por el piso como un sendero: es el camino de los escritores, es una alfombra sonora. Por allí caminarán los escritores hasta sentarse a leer y al hacerlo se oirán, inevitablemente, sus pasos. De esta forma Silvana Lacarra nos despierta: las palabras asociadas al ruido de los pasos.
Edgardo Cozarinsky no quiso sentarse, pero posó su humanidad en el camino sonoro para relatarnos anécdotas deliciosas de un reciente viaje por Entre Ríos en busca de su padre, de su pasado.
Maga Etchebarne leyó un cuento tan inquietante por momentos como el video inicial.
Liliana García Carril y Miguel Angel Petrecca nos regalaron su poesía, buenos cortes de la mejor carne argentina.
Cerró el ciclo Mauro Libertella con tres capítulos del libro sobre los últimos días de su padre.
Si con los escritores que lo precedieron la atención del público fue total, con Libertella (padre e hijo en el relato) un silencio profundo inundó la sala. El texto, bello y duro, lo pedía, y lo merecía.
Era casi medianoche.
Pero todos estábamos muy despiertos.

Agradecimientos

Pura sensibilidad. Pura generosidad. Puro disfrute. Pura amistad. La Colección Invierno de Carne Argentina fue un lujo que, ¡otra vez!, nos llenó de alegría y de ganas. Silvana Lacarra, Mauro Libertella, Edgardo Cozarinsky, Miguel Angel Petrecca, Maga Etchebarne y Liliana García Carril nos regalaron una noche encantadora, un verdadero deleite que nos abriga para atravesar el invierno. Y nos visitaron muchísimos amigos y amigas, nuestro público de fieles y amantes vaquillonas. Gracias, gracias, gracias. Nos quedamos mugiendo de lo lindo y preparando la Colección Primavera, para volver a encontrarnos en septiembre. Un abrazo y ya iremos colgando fotos.

25.7.13

Hoy a la noche!




Ciclo Carne Argentina presenta la Colección Invierno
Edgardo Cozarinsky
Miguel Angel Petrecca
Liliana García Carril
Maga Etchebarne
Mauro Libertella

Intervención plástica: Silvana Lacarra
Video: Rusi Millán Pastori

Jueves 25 de julio, 21 hs
Bar de La Tribu [Lambaré 873]
Entrada gratis

18.7.13

La sencilla sofisticación

Liliana García Carril es una de esas poetas amigas de Carne que hacía mucho queríamos invitar y en esta suculenta y lujosa Colección Invierno vamos a darnos el gusto. Eso es algo que queremos compartir con ustedes, queridas vaquillonas, y no solamente el placer de la poesía, el gusto por la sencilla sofisticación de los versos de García Carril, es también contarles que son tantas las voces que nos gustaría invitar, tantas. De modo que ir tildando en la lista de deseos es doble placer y como adelanto del deleite les dejamos algo de la poesía de Liliana que publicó, entre otros, La mujer de al lado, Editorial Bajo la Luna , 2004. de ese libro el poema Plano infinito:
hay una foto / perdida para siempre: // la mano en la cintura / el torso ladeado, la cadera // dura el desafío en la mirada / y de ella dura la hija / como una fotografía // no es el ocre del papel / es cómo se va siendo / menos joven y más insomne // tan diferentes las dos / toda la vida y después / idénticas van a durar / toda la muerte // (no me mires ahora / saldría con cara de mirar / fotos perdidas. 

17.7.13

Un sillón abstracto

En esta Colección Invierno contamos con la participación especial de la artista Silvana Lacarra, que intervino el sillón donde se van a sentar los escritores invitados. Las obras de Silvana son una colección hipnótica de formas, colores y texturas. Una colección de materiales diversos: alpaca, aluminio, madera, fórmica. Una colección de tamaños, de lo pequeño a lo enorme. Y todo dan ganas de tocar; como seguramente dé ganas de tocar el tapizado que hizo especialmente para la noche del jueves 25 de julio. Estamos muy contentos y agradecidos de tener algo de su mundo en la próxima noche de Carne Argentina. No se lo pierdan.

15.7.13

Contame, contame

¿Te cuento un chisme? Nunca es una pregunta sincera. ¿Te cuento un chisme? es la introducción para contar algo que nos quema la lengua. Algo que el otro quiere saber. El otro –como nosotros- espera que esa historia lo asombre, lo indigne, le muestre la otra cara de la mosquita muerta o el lado amable del monstruo. Como dice Edgardo Cozarinsky, el chisme está fundado en la excepcionalidad: "Puede concebirse que se cuente una trivialidad de un alguien prestigioso, o un algo insólito de un sujeto oscuro; difícilmente, una trivialidad de un desconocido, y no es frecuente que coincidan personaje y proeza". Esa excepcionalidad, que también es exageración, es un poco la materia prima de la literatura. El chisme junto con los cuentos que nos contaban de chicos nacieron con nosotros, alrededor de nosotros. En la Colección Invierno tenemos el enorme placer de recibir a Edgardo Cozarinsky, autor de novelas, cuentos, películas, ensayos, y creador del primer museo del chisme. Esperamos ansiosos su visita guiada por esas anécdotas indiscretas que todos queremos saber.

14.7.13

Nuestras vidas son los ríos

En el río vemos el tiempo: lo que pasó, lo que pasa, lo que pasará. Lo que fluye y lo que se detiene. Como decían los versos de Manrique a su padre: nuestras vidas son los ríos que van a dar a la mar, que es el morir. La literatura está llena de ríos y meandros. La poesía y la narrativa argentina tiene una larga historia con el Paraná.
En el cuento "Capitán" de Magalí Etchebarne, una pareja joven se instala en una isla del Delta, allí construyen una casa que es una isla adentro de la isla: solo viven para ellos, no hablan con nadie, al final no saben si están vivos o si viven en el limbo. Son como fantasmas. El cuento nos fascinó y enseguida quisimos tentarla para esta Colección Invernal. Magalí nació en Lanús en 1983. Publicó relatos en las antologías Historias de mujeres infieles (Emecé, 2008), en El amor y otros cuentos (Mondadori, 2011) y en El tiempo fue hecho para ser desperdiciado (Libros del Perro Negro, Chile, 2012). Estamos encantados de recibirla el jueves 25 de julio en el Bar de La Tribu.

Una cierta calma

"¿Será posible entonces que todo cobre sentido de repente,/como si agarraras diez años de tu vida y batiéndolos rápido/los volcaras en el formato preexistente de una novela?
No es tan fácil, parecen repetir, una y otra vez,/ hombres que miran desde la ventana de un bar.
Ellos también se hicieron la misma pregunta antes,/mucho antes de que en vos naciera el germen/
de esta fuerza que te obliga a caminar en redondo." (De Novelista.)
Miguel Ángel Petrecca es poeta, traductor, periodista y uno de los directores de la editorial Gog y Magog. Es el autor de los libros de poemas El gran furcio y El Maldonado. Y el año pasado se publicó su magnífico libro Un país mental. 100 poemas chinos contemporáneos, en el que traduce y antologa poetas chinos nacidos entre los años 50 y 60. Pero además la publicación incluye un Cuaderno de viaje que narra las experiencias de Petrecca durante su estadía en China: pequeñas estampas, diálogos al pasar, pensamientos, impresiones.
El jueves 25 de julio estará leyendo sus poemas en Carne Argentina: versos que cuentan a veces vertiginosamente, pero siempre sin perder la calma.

13.7.13

Cómo enterrar al padre

Un libro puede ser pequeño, breve, sencillo y sin embargo causar el impacto de un desastre: moverle a uno los cimientos como un terremoto; arrasarlo a uno como un tsunami; herirle a uno el corazón como un rayo que cae en el medio de la nada. Uno de esos libros es Mi libro enterrado, de Mauro Libertella.
Los últimos días de la vida de un padre son también, de algún modo, los últimos días de la vida de un hijo. ¿Cómo aprovecharlos? ¿Cómo hace rendir cada minuto? ¿Cómo incorporar a ese padre tantas veces ausente a las diapositivas de una vida familiar? Los libros no tienen por qué responder preguntas y este, por supuesto, no lo hace. Tampoco su autor. Pero, en cambio, vendrá a leernos fragmentos de esta novela entrañable.

26.5.13

Crónica de una noche descentrada


Otra de las razones por la que nos gusta hacer el ciclo es que recibimos un público tan groso que merece el mejor menú. El amigo Fernando Mendez, habitué de carne argentina, tiene la costumbre de devolvernos unas crónicas preciosas de las lecturas. Esta es la que nos mandó a propósito de la noche del jueves 23 de mayo. ¡Gracias!


LAS EXCÉNTRICAS

Decidí pecar.
Pues no menos que eso es intentar una (muy breve) crónica de lo sucedido/vivido en la Colección Otoño 2013 de Carne Argentina cuando la primera intérprete es María Moreno.
La presentación estuvo a cargo de Julián López, un poco más corta que otras veces, pero siempre con sus palabras justas y, sobre todo, con su poética habitual.
El texto de María Moreno a propósito de la muerte de Adelaida Gigli en 2010 y la posterior lectura de algún texto de la escritora fueron un claro ejemplo de la (terrible) realidad, sin medias tintas ni revisionismo económico, de lo que les sigue sucediendo (el tiempo verbal es el necesario) a los desaparecidos.
Palabras de María Moreno: Adelaida no decía “todos los desaparecidos son mis hijos”. La ausencia de Lorenzo Ismael y María Adelaida hace astillas el símbolo, descree de la ley, no hay memoria que se transmita “de memoria” y de generación en generación, no se inscribe en la historia sino que se lleva en la carne hasta el propio fin; como si Adelaida no quisiera nada de la lengua en que se dio la orden de secuestro, se administró la tortura, se renovó la injuria sobre los cuerpos supliciados y se planeó el “traslado” seguido de muerte.
Luego Vanina Escales siguió con Salvadora Medina Onrubia, anarquista y feminista, cuya vida, y obra, han sido eficazmente olvidadas por la historia escrita por hombres. Más importante para el recuerdo fue su marido, obvio.
Palabras de Salvadora Onrubia (desde la cárcel): Señor general Uriburu, yo sé sufrir. Sé sufrir con serenidad y con inteligencia. Y desde ya lo autorizo que se ensañe conmigo si eso le hace sentirse más general y más presidente. Entre todas esas cosas defectuosas y subversivas en que yo creo, hay una que se llama karma, no es un explosivo, es una ley cíclica. Esta creencia me hace ver el momento por que pasa mi país como una cosa inevitable, fatal, pero necesaria para despertar en los argentinos un sentido de moral cívica dormido en ello. Y en cuanto a mi encierro: es una prueba espiritual más y no la más dura de las que mi destino es una larga cadena. Soporto con todo mi valor la mayor injuria y la mayor vergüenza con que puede azotarse a una mujer pura y me siento por ello como ennoblecida y dignificada. Soy, en este momento, como un símbolo de mi Patria. Soy en mi carne la Argentina misma.
Intervalo fumador, inevitable.
Con Emma de la Barra, especie de George Sand argentina, autora del primer best-seller argentino, la novela Stella hizo su aparición.
Rescatada del olvido por la colección Las Antiguas de la Editorial Buena Vista, la recordó y leyó Mariana Docampo.
Gran best-seller de la época (más de uno la envidiaría hoy en día), a pesar del significado negativo constante de la expresión para el ámbito literario, tuvo que publicar su novela bajo un seudónimo masculino, César Duayen.
Luego de escuchar a Mariana Docampo daban ganas de salir, a esa hora de la noche, a buscar una biografía de Emma de la Barra y, si no existía, comenzar a escribirla.
Como nos tiene acostumbrados el Ciclo Carne Argentina, luego de tanta carne, el postre, con su frutilla. Hugo Salas habló y leyó a Victoria Ocampo.
Contó cómo llegó a ella, sus prejuicios (los de la Academia, cuándo no), su atracción. Contó y leyó anécdotas, algunas graciosas (por ejemplo cuando vio en un noticiero cinematográfico a las fans de The Beatles en Londres) y otras no tanto (las “cosas de mujeres” que no se hablan delante de los hombres; por supuesto Victoria Ocampo se rebeló).
Victoria Ocampo fue una mujer que cometió muchos “errores”: ser feminista, ser rica, ser culta, se generosa, ser antiperonista, y varios ser más.
Pero también tuvo miedos. Comparto con ella el miedo a los truenos.
Creo que todos los que escuchamos a Hugo Salas esperamos con ansias su novela que la tiene a Victoria como protagonista.
Las cuatro escritoras se han visto inmersas en la historia (intelectual, política, artística) del país, pero han sabido escapar a la generalidad.
No las sentí descentradas, sino excéntricas. No intento un juego de palabras. En todo caso, excéntricas o descentradas, lo cierto es que han sido mujeres que supieron ver, y actuar, más allá de los “centros” que marca el “deber ser” social. Las circunferencias son inaccesibles porque los centros son diversos.
El “sillón de los escritores”, intervenido por la artista María José Algueró, con fieltro color rojo, que emula la sangre, justo para el comienzo con Adelaida Gigli y sus desaparecidos, estaba lleno de mariposas, símbolo de la libertad, y de corazones.
Los corazones eran del color negro de la sangre coagulada, quizás sangre agotada de fluir en cuerpos de vidas tan intensas. 

23.5.13

Esta noche



Ciclo Carne Argentina presenta
"Las descentradas"

Mariana Docampo lee EMMA DE LA BARRA
Hugo Salas lee VICTORIA OCAMPO
Vanina Escales lee SALVADORA MEDINA ONRUBIA
María Moreno lee ADELAIDA GIGLI

Intervención plástica: María José Algueró

Bar de La Tribu [Lambaré 873]
Entrada gratis



21.5.13

María José Algueró


La artista visual María José Algueró nació y se crió en el barrio de Pompeya y, desde hace varios años, vive y trabaja en un precioso atelier de Palermo. Sus obras no sólo se exponen en galerías de Buenos Aires, si no también en Italia y España. Un diario valenciano ha dicho de su obra: "Los colores son sus elementos de expresión; como signos de puntuación en una poesía, marcan tendencia, vibraciones, límites y elevaciones a lo sublime, pasan de lo etéreo a lo locamente increíble". En esta fecha de Carne Argentina, María José Algueró es nuestra artista invitada a intervenir el sillón de los escritores. Estamos muy contentos de recibirla en La Tribu, una descentrada como las escritoras que estaremos homenajeando este jueves 23 de mayo.

Adelaida Gigli


"Ningún torturador tendrá mi boca" es una de las frases con las que termina un cuento de su libro Paralelas y solitarias y, en ese defensa temeraria, la autora que homenajeamos funda una manera propia de contar la historia, una manera arriesgada -que no obedece a ninguna de las formas del deber ser-, una manera paralela y solitaria de meterse en el discurso de la memoria. Adelaida Gigli nació en Italia en 1927 pero su familia pronto se instaló en Buenos Aires; aquí estudió Filosofía y Letras y formó parte del grupo de intelectuales que fundaron y dirigieron la legendaria revista Contorno. Junto a David Viñas, con quien estuvo casada por unos pocos años, fueron padres de María Adelaida y Lorenzo Ismael Viñas, a quienes en 1976 la dictadura militar secuestro y desapareció. La más cerrada soledad -por la obviedad trágica del momento pero también por un posicionamiento particular e inocultable que eligió para sí misma y para pararse frente al horror- parece ser el derrotero de Adelaida tras la desaparición forzada de sus hijos hasta su vuelta a Italia, donde retomó su trabajo de artista y sus escritos. Por suerte, aunque sea trágico que su legado sea una suerte, nos queda su libro para asomarnos, no ya a entender lo inentendible, pero sí para dar cuenta, para completar, para agradecer lo particular y lo valioso. Y para más suerte, la tenemos a María Moreno para que nos ayude a desanudar, a deshacer prejuicios que impiden el encuentro con las palabras, con las elecciones a contrapelo. En esta fecha especial de homenajes a mujeres argentinas -la Argentina es mujer, qué duda cabe-, que Moreno nos traiga a Gigli es un lujo que raspa y que nuestro ciclo pueda contener y recibir a la voz de Adelaida Gigli, esa voz de nuestra historia que merece un lugar en el presente, nos llena de satisfacción. Los esperamos a todos.



17.5.13

Salvadora Medina Onrubia



Salvadora Medina Onrubia comete todos los pecados imaginables para una mujer de principios del siglo XX: es madre soltera a los dieciséis, militante anarco feminista, periodista, escritora, dramaturga, y recién acepta casarse con Botana después de haber tenido el tercer hijo en común. Salvadora es distinta, así como también son distintas Alfonsina Storni, Gabriela Mistral y Victoria Ocampo, con las que comparte amistad o temperamento.
Nace el 23 de marzo de 1894 en La Plata y vive su infancia en Gualeguay, Entre Ríos. Dice ser descendiente de una princesa, Flores de Labernie, pero parece que en realidad es hija de "Brasitas de Fuego", una ecuyére que bailaba sobre un tambor en un circo y que pronto va a ser abandonada por su marido.
Llega a Buenos Aires con el deseo de estrenarse como dramaturga, acá encuentra amor y financiamiento para sus proyectos: el director del exitoso diario Crítica, el Citizen Kane rioplatense, Natalio Botana, se enamora de ella apenas la ve. Por su casa pasa desde Neruda hasta García Lorca; en el sótano de su quinta el mexicano Siqueiros pinta el famoso mural. Arte y política a la par. Salvadora participa en la planificación de la fuga del anarquista Simón Radowitzky, protege a Severino Di Giovanni, y sufre la cárcel durante la dictadura de Uriburu. Mientras tanto escribe una docena de obras entre teatro, cuento, poesía y novela. Nosotros le robamos uno de sus títulos para esta fecha de Carne Argentina: Las descentradas.
Pensamos en las dos a la vez. Salvadora Medina Onrubia leída por Vanina Escales, ensayista y periodista. Sabíamos que venía trabajando desde hacía tiempo en una biografía, pero mejor que lo cuente ella: “Lo que estoy escribiendo es una biografía intelectual de Salvadora. Empecé la investigación hace muchos años. Visité a Emma Barrandeguy en Gualeguay, le cociné pastelitos de manzana a América Scarfó, las dos fueron secretarias de Salvadora. Desde el año pasado estoy escribiendo y en poco tiempo termino. Me interesa Salvadora como personaje público, por sus intervenciones políticas, y como escritora por su intento por subvertir representaciones sociales vulgares, por su correr el eje, por descentrar. Me interesa mucho su política de la amistad, también”. Un lujo, ¿no? Estamos muy contentos de tenerla a Vanina en el escenario de La Tribu y, con ella, a Salvadora. No se las pierdan. El próximo jueves 23 de mayo a las 21 hs.


16.5.13

César Duayen


En 1905 se publica la novela Stella que enseguida se convierte en el primer best seller argentino. Stella es la historia de una jovencita que se casa con un hombre mayor y acaudalado, una historia bastante común en esa época entre las señoritas de la alta sociedad. Sin embargo, la sorpresa es el dato que se conoce más tarde: César Duayen es una mujer y, en realidad, su nombre es Emma de la Barra.
Nacida en Rosario, hija de un periodista y casada dos veces con periodistas, Emma de la Barra, desde pequeña, se rodeó de intelectuales y personajes de la cultura. Además de su exitosa Stella, escribió otras dos novelas que no alcanzaron tanta repercusión y un libro para niños.
No sólo la literatura era una inquietud de Emma de la Barra, también tuvo una gran actividad social y de beneficencia. Planificó un barrio obrero cerca de La Plata, en el que invirtió (y perdió) parte de su fortuna. Fue una de las fundadoras de la Cruz Roja, y de la primera escuela profesional de música de mujeres.
En una entrevista dice: "hace un cuarto de siglo las mujeres ocupábamos una situación especialísima dentro del ambiente social. No se concebía la posibilidad de que traspusiera los límites del hogar sin que violara los más elementales preceptos de su organización. ¿Cómo iba a atreverme a firmar una novela? ¡Qué esperanza! Era exponerme al ridículo y al comentario". El jueves 23 de mayo, a las 21, la escritora y editora Mariana Docampo vendrá a contarnos un poco más de esta pionera de la literatura argentina y a leernos algunos fragmentos de su obra. Mariana Docampo rescató del olvido a Emma de la Barra y editó su novela Stella en la bella colección Las antiguas, de la editorial Buena Vista.






13.5.13

Victoria Ocampo


El 7 de abril de 1890 nace Ramona Victoria Epifanía Rufina Ocampo. Ahí sí que había para elegir, y ella eligió. Se daría a conocer como Victoria Ocampo. La primera hija de un matrimonio de la aristocracia criolla, la primera de seis hermanas. Criada entre la alta cultura y el saber estanciero, Victoria como sus hermanas, hablaban los idiomas del iluminismo y el progreso: "Mi institutriz era francesa. He sido castigada en francés. He jugado en francés. He rezado en francés". Aprovecha sus privilegios, viaja, lee con voracidad, escribe infinidad de cartas, se frustra por no poder seguir su deseo de ser actriz (su padre repite una y otra vez: “el día que una hija mía suba a un escenario, en ese mismo momento, de un balazo me vuelo la tapa de los sesos”). Conoce hombres a los que ama o seduce, se casa una vez y la traicionan. Nunca más. Se dice que su vida amorosa y sexual era generosa. ¿Un desquite? Cuenta en su Autobiografía: “Hasta mi primer baile se puede decir que no había tenido ocasión de hablar con muchachos. Hablar por teléfono, escribirse cartas, invitar a casa a algún muchacho que no fuera de la familia, no se practicaba ni se admitía. A los 17 años, como prueba de liberalidad, se me permitió jugar al golf en Mar del Plata con muchachos que eran hijos de padres conocidos. Las madres seguían nuestros movimientos con anteojos de larga vista… Todo eso fue alentando mi rebelión”. 
Victoria sigue viajando y se codea con los artistas e intelectuales más relevantes de su época, se transforma en una especie de embajadora cultural, los trae a Buenos Aires, los hace traducir, los difunde en su propia revista, así como también difunde a escritores rioplatenses (Borges, Cortázar, Onetti). Antinazi, antifascista, antifranquista, antiperonista. Esta era su línea enemiga, sin matices. Aparte del mecenazgo individual, dona dinero a causas feministas y culturales. Muere de cáncer en 1979 en su casa de Villa Ocampo. 
Entonces nosotros pensamos: quién mejor que Hugo Salas, que acaba de terminar una novela cuya protagonista es la mismísima Victoria Ocampo (tan o más desfachatada que la original), para encargarse de este homenaje. Y lo invitamos nomás. Ya estamos paladeando por anticipado su venida, y la de ustedes también. Los esperamos el jueves 23 de mayo, 21:00. Bar La Tribu. En esta fecha que dimos en llamar LAS DESCENTRADAS.


22.3.13

Colección Otoño: texto de presentación


Esta noche empieza un nuevo año de Carne Argentina, el octavo y parece que fue ayer. Nos sorprende, aunque la verdad no nos interesa la suma, la acumulación, tener curriculum. Antes que nada somos un grupo de amigos que queremos hacer cosas juntos, compartimos algunas ideas, compartimos algunas pasiones, nos divertimos. Si no existiera nada de esto, no existiría Carne Argentina. Por supuesto nos gusta que los escritores se entusiasmen con venir a leer y que el público nos siga y disfrute lo que armamos. Y esperamos que todos sigan festejando las noches de Carne. Especialmente porque este espacio, al menos para nosotros, es un modo de recuperar un sentido de la experiencia. Del mano a mano. Nada de pulgares de facebook, ni comentarios anónimos, ni charlatanería literaria; acá hay cuerpos, que leen y se exponen, que escuchan, que hablan, que ríen, que se interesan por algunas cosas, que se incomodan por otras.
Quisimos arrancar el 2013 con todo, eso significaba elegir textos que nos gustaran mucho y también inventar cosas nuevas. Hoy nos acompañan Maxine Swann (escritora estadounidense residente en Buenos Aires) y sus extraordinarios niños hippies, Camilo Sánchez y el viento en sus poemas, Mario Castells y sus palabras endulzadas de guaraní (Mario es rosarino y pudo venir gracias al apoyo de la Editorial Municipal de Rosario), y Esther Cross, con su prosa que enamora sin sentimentalismo. Después de invitarlos, nos dimos cuenta que los tres narradores compartían en lo que van a leer, un mundo de iniciación y asombro. Ojalá sea una buena señal para estrenar este año en pañales.
Y ahora dos novedades. La primera la tienen frente a sus ojos. Para cada fecha contaremos con un sillón intervenido por un artista plástico distinto, hoy debutamos con esta genialidad del artista entrerriano Lisandro Pierotti. Los invitamos después a mirarlo de cerca y a llevarse una foto de recuerdo.
La segunda novedad es que nos propusimos invitar en cada fecha a un escritor o escritora de otra provincia, la idea es traer la producción literaria provincial a la escena porteña. Federalizar el ciclo. Para eso, esperamos seguir consiguiendo apoyos como el de la editorial rosarina.
Ahora, queridas vaquillonas, les pedimos por favor que apaguen sus celulares, que se sirvan un buen trago y que disfruten sin descanso. ¡Feliz otoño para todas!



Queremos darles las gracias a Lilian Almada, Quequén, Grillo, Rusi, Seba, Leandro, Mica, y toda la gente del Bar La Tribu que estuvo al pie del cañón.

19.3.13

¡ESTA NOCHE!


Ciclo Carne Argentina "Colección Otoño"

Leen
Esther Cross
Mario Castells
Camilo Sánchez
Maxine Swann

Intervención plástica: Lisandro Pierotti
Videos de Rusi Millán Pastori

Jueves 21 de Marzo, 21:00
Bar de La Tribu [Lambaré 873]
Entrada gratis

14.3.13

¡Arte! ¡Arte! ¡Arte!

Esta temporada la Carne se pone trémula por obra del arte, la Carne es visitada, enaltecida, jerarquizada por la obra de un artista visual que nos encanta. Lisandro Pierotti, dibujante, pintor, muralista paranaense y multipremiado, se animó a intervenir con su trazo, un verdadero cross a la mandíbula, nuestro emblema: el sillón donde se sientan quienes vienen a leernos. Estamos realmente contentos de haber podido hacer esta cruza, la Carne venía apetente hacía rato de algo así, algo que se irá repitiendo a lo largo del año con diferentes pinceladas, diferentes artistas invitados. Por este debut de Pierotti estamos con orgulloso mugido. ¡Gracias, Lisandro!



Detalle del sillón intervenido por Lisandro




13.3.13

Camilo Sánchez




Camilo Sánchez es periodista, escribió junto a Néstor Restivo la biografía ‘Haroldo Conti con vida’ –que se reimprimió dos veces-, también es coautor de 'El otro Bicentenario –doscientos hechos que no hicieron patria-' y en 2012 publicó 'La viuda de los Van Gogh', su primera novela, en la que cuenta el monumental rescate de la obra de Vincent que hizo Johanna Van Gogh Bonger, viuda de Thèo. A la novela le fue muy bien, en apenas un par de meses volvieron a imprimirla y en un momento del año pasado nos tocó entrevistarlo: Camilo respondía con prolijidad de buena escucha, paraba y decía ‘dame un minuto que necesito pensar eso antes de contestar’, Camilo preguntaba por nosotros, quería saber, hablaba con tranquilidad y en serio. Sabíamos que Camilo era poeta, que aún no tenía nada de poesía publicado pero que en 2008 su trilogía poética ‘Del viento en la ventana’ fue finalista del Concurso Olga Orozco, con un jurado integrado por Juan Gelman, Gonzalo Rojas, Antonio Gamoneda y Jorge Boccanera, nada menos. Entonces nos animamos a preguntar y la poesía apareció en el relato de Camilo desde siempre, un interés profundo y comprometido. Entonces nos animamos a pedir, queríamos leer esa poesía en silencio, esa escritura que fue constante y que seguramente dejará de ser un secreto muy pronto. Entonces aquí estamos: muy contentos de tener a Camilo Sánchez, a su poesía justa y encantadora, en la noche de la presentación de nuestra Colección Otoño, la primera velada de encuentro con vosotras, adoradas y fieles vaquillonas, en esta, la octava temporada de Carne Argentina.

11.3.13

Esther Cross


Esther Cross es una escritora que campea distintos frentes: además de cuentos y novelas, publicó Bioy Casares a la hora de escribir, un libro de entrevistas en colaboración con Félix Della Paolera. Y es que antes de frecuentar a Bioy, la Esther niña, vecina de la Recoleta, veía al escritor y a Silvina Ocampo haciendo las compras por el barrio.
Además de cuentos y novelas y estas entrevistas a las que se suma Conversaciones con Borges en el taller literario, Cross es también traductora. A ella le debemos impecables traducciones de Richard Yeats y William Goyen. A propósito de la traducción dice: “un escritor que traduce no puede salvarse, por suerte, de que el trabajo de traducción influya en su escritura. Es imposible. Muchas veces -a mí por lo menos me pasaba, traduciendo a Yeats-, que tenía la sorpresa buena de que me daba cuenta de que sabía más inglés de lo que yo pensaba. Pero también me daba cuenta de que estaba mucho menos en dominio del castellano, que es mi idioma, de lo que yo creía (…) Entonces, cuando después de eso, volvés a sentarte a escribir, ya es distinto. El diccionario, el lenguaje, que tenés en la cabeza es una especie de big-bang de recursos del que sos mucho más consciente”.
Esther Cross decidió convertirse en escritora a los 17 años. Cuenta que cuando se lo comunicó a su padre, profesor de literatura, él salió a comprarle Un cuarto propio, de Virginia Wolf. El 21 de marzo, cuando las primeras hojas del otoño caigan, oiremos crepitar uno de sus preciosos relatos en Carne Argentina.