Anoche, Sade, la hermosa sirena nigeriana, parecía cantarnos al oído su ...no ordinary love, no ordinary looovee... Hacía un calor tremebundo y el chaparrón de afuera mentía un refresco exclusivo para el asfalto de la calle. Adentro todo era transpiración. Todo confirmación. Que perseguir la presa de la cruza es lo nuestro, que queremos un ciclo que mezcle hacienda, que entre nuestras vacas haya laya bovina de toda índole y pezuñas variopintas: pintadas, despintadas, descascaradas o a medio pintar.
Anoche fue la última lectura de la Tercera Temporada del Ciclo de Carne Argentina y se mezclaron los éditos con los inéditos, los de ambiente con los extranjeros, la poesía con la narrativa (¡tal vez la juntada más escandalosa!)
Anoche estuvo Noy, que llegó agotado de una gira por Rosario, directo a La Tribu, por la autopista de su percepción, de su generosidad, de su belleza. Todos nos quedamos fascinados por esa aparición, por el cierre de esa noche que fue el inicio de las lecturas. Por cómo lucían las rosas mosquetas a su lado y nuestras eternas lucecitas navideñas en el aire movido por la poesía de la Noycita, como le dice Lemebel.
Y estuvo también Daniel Riera, haciéndonos reír con sus crónicas y sus recuerdos del programa antiecológico que hace años tenía en La Tribu. Y con su oferta de plumeros inalámbricos y la bizarría de sus juntas entre el descuartizador de Barracas y misia Yiya Murano.
Y después tocó la tourné poética del río. Alicia Smolovich se adentro primero temerosa al caudal de la noche y terminó nadando con soltura en su poesía de hormigas y hojas que caen a la superficie.
Y en el cierre, ahora sí, estuvo el infiel Osvaldo Baigorria en su correría de sexo, en la toldería del orígen de los nombres ranqueles, trayendo algo nuevo a La Tribu, algo distinto que se puede encontrar en la lejanía de los bosques canadienses pero que inevitablemente concluye en la Patagonia, desde donde salió mucho antes.
El ciclo nos permitió estar cerca de gente que para nosotros es como Mick Jagger pero con onda, de gente que adoramos y que respetamos, de gente tranquila que leemos y de la que nos pasamos todo el tiempo lecturas que nos llenan de felicidad. Los nombres están al final del blog y suman unos cuantos. Tres años de laburo intenso y la mayoría de las veces maravilloso, sin patrones de estancia, sin cuatreros ofendidos.
This is no ordinary LOVE, no ordinary looove, susurraba la nigeriana, oportuna y hermosa como siempre.
Todo lo que queríamos y más.
Poesía y la mayor cantidad de modos de narrativa posibles en un espacio que nos tuviera a nosotros y a nuestros mejores amigos detrás, también a los Rafas y a Pablo del bar, cuidando y convidando, y que pusiera el foco sobre los invitados que leían o escuchaban. Todo el protagonismo para las noches de lectura, sin personalidades de la cultura off desplegando sus negociaciones. Todo para lxs escritorxs invitadxs, todo para él público convocado.
Gustavo, Odiseo, Bettina y Hernán, Juan, Paula, los más fieles entre los fieles. ¡Gracias a ustedes también!
Anoche fue la última lectura de este 2008.
La pasamos regio, realmente bomba.