24.10.10

Maruja Bustamante florece para Carne

A Maruja la conocí en una urgencia: dos funciones más allá del estreno de su obra Adela está cazando patos, uno de los actores se fue de la compañía por otro trabajo. La obra tenía que seguir su ronda de funciones y necesitaba un actor de reemplazo que tolerara entrar a un elenco ya formado, estudiar el texto en un periquete y montarse a unas sandalias de taco de 10 centímetros. Yo hacía mucho que no actuaba y el azar me cruzó con Bustamante y con Pupuni, el padre de Adela: travesti, fiestero y muerto. La dramaturgia, esa hermana opa de la literatura, suele ser un embole complicado de leer pero Maruja tiene una sorprendente capacidad para construir personajes, para facturar textos interesantes de decir, de leer y de escuchar y, sobre todo, Maruja es capaz de componer una partitura situacional compleja, efectiva y, hasta violenta, diría. Aunque suene a perogrullo, sus obras son eminentemente teatrales; eso la convierte en única y la diferencia de muchos de las y los dramaturgos jóvenes que suelen montar una idea hasta que la desangran y la desvitalizan en escena. Es nuestro debut con la dramaturgia.
Y estamos encantados de recibir a Maruja, este jueves 28, en nuestra Colección Primavera.

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