Este año sumamos una nueva sección al ciclo: LA TRADUCCIÓN o, mejor dicho, LOS TRADUCTORES. Queremos invitar a los traductores porque ellos son los que acercan lo lejano, creando una nueva obra. Debutamos con Romina Doval que viene a leernos fragmentos de El Tutú, el único libro de Léon Genonceaux, alias Princesse Sapho, publicado originalmente en 1891. Poco y nada se sabe del autor: que nació en 1856, que fue uno de los primeros editores de Los Cantos de Maldoror del Conde de Lautréamont y de Arthur Rimbaud, que tuvo varios juicios legales por cuestiones de derechos y por ultraje a las buenas costumbres (con Rabelais y Sade hubiesen hecho yunta), y que murió en Estados Unidos.
De su traductora argentina sabemos un poco más. Romina nació en Buenos Aires en 1973. Es docente y traductora literaria. Publicó el libro de cuentos Signo de los tiempos. En el año 2004 ganó el premio "Ciudad de Arena" de género fantástico. Su primera novela, Desencanto, fue premiada por el Fondo Nacional de las Artes en el año 2007 y publicada en el 2009 por el sello Mondadori. Sus cuentos y notas han aparecido en revistas y antologías tanto nacionales como extranjeras. Residió en Francia durante diez años y actualmente vive en Buenos Aires.
Después de leer esta monada, ¿te lo perderías?
Dios mío, ¿cómo es posible que no podamos vivir sin cagar? Por más que usted comparta la mesa con la mejor compañía del mundo, si de pronto le agarran ganas de cagar, pues tiene que ir a cagar. Por más bella que sea la muchacha que esté con usted, si de golpe le agarran ganas de cagar, pues tiene que hacerlo o reventar. Ah, maldito cagar, no conozco cosa más villana que cagar. Verá usted pasar una linda persona, muy mona y limpia, y dirá: Ah, qué bella sería si no cagara (de El Tutú, trad. Romina Doval, Club Burton, 2010)
Colección Otoño - Jueves 7 de abril a las 21 en el Bar de La Tribu
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